
Para terminar con las novedades correspondientes a 2024, fruto de nuestro empeño en seguir mejorando la información ofrecida a través de nuestros catálogos web, os informamos de que hemos incorporado a nuestras bases de datos y publicado 1142 fo...
Continuamos con las novedades del otoño en el portal web de SIPCA, cuyos objetivos son solucionar lagunas en nuestros catálogos y seguir mejorando de forma permanente la información ofrecida a través del portal.Y en esta ocasión hemos incorporado a n...
Adosada al convento de Santa Clara, el edificio de la iglesia de San Miguel se encuentra significativamente determinado por las sucesivas fases constructivas que conforman un volumen totalmente enmascarado al exterior por edificios anexos.
Se trata de un templo de nave única de cinco tramos, ábside semicircular y presbiterio y cinco capillas adosadas a ambos lados de la nave.
La iglesia primitiva data del siglo XIII, de la cual tan solo se conserva el ábside cubierto con bóveda de horno y el tramo del presbiterio.
A lo largo de los siglos XIV y XV se amplió la iglesia: se añadieron tres tramos a la nave cerrándolos con techumbre de madera sobre arcos diafragma apuntados. Se construyó un pórtico lateral en el lado del evangelio abierto mediante una doble arcada apuntada y la capilla del segundo tramo de la nave de la epístola. En el exterior se decoró con labor de ladrillo a partir de motivos geométricos de tradición mudéjar.
A finales del siglo XV y comienzos del XVI se decidió transformar el pórtico en capillas y se llevó a cabo la construcción de otras dos en el lado del evangelio. Estas, junto al tramo del presbiterio, se cierran con bóvedas de crucería sencilla.
En el siglo XVIII se añadieron dos nuevos tramos a la nave cerrados con bóvedas de lunetos; se procedió al enmascaramiento de los antiguos cierres con bóvedas de cañón con lunetos sobre arcos fajones rebajados y se trasladó el acceso al templo al muro de los pies. La construcción del convento propició la modificación de los accesos, sustituyendo el existente por la apertura de una nueva puerta lateral a la altura del segundo tramo por el muro del evangelio.
El largo proceso de restauración emprendido a partir del año 1988 ha supuesto la desaparición de los elementos pertenecientes a la reforma barroca, dejando al descubierto las techumbres de madera y restos de pintura mural.
El momento álgido de construcción de puentes en nuestra región, cuando se levantaron más y mejores obras, tuvo lugar entre los siglos XIII y XVI. Tras haber conocido en nuestro anterior podcast las circunstancias históricas que rodearon y favorecieron la eclosión de este fenómeno durante la baja Edad Media, hoy os proponemos emprender un viaje. A lo largo de antiguas rutas comerciales, cañadas trashumantes y caminos de peregrinación, recorreremos las tres provincias aragonesas, atravesaremos los puentes más interesantes y os descubriremos los más recomendables para visitar.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002